Caracas. — El canal de noticias por cable Radio Caracas Televisión Internacional (RCTV), un fuerte crítico del presidente Hugo Chávez, se quedó sin transmitir desde la medianoche del sábado por orden del gobierno. Otros cuatro canales de cable sufrieron la misma suerte. RCTV se había negado a enviar el último discurso de Chávez, alegando que no le corresponde hacerlo. La polémica medida es un nuevo atentado contra la ya limitada libertad de expresión en Venezuela, advirtieron opositores y periodistas venezolanos. Ayer hubo protestas espontáneas en Caracas y Maracaibo contra las clausuras.
La señal del canal Radio Caracas Televisión (RCTV) se apagó definitivamente en el cable casi tres años después que dejó de transmitir por aire, también por orden del gobierno venezolano, que en aquel momento se negó a renovarle la licencia. Hasta ese momento, mayo de 2007, RCTV era el canal de aire más popular de Venezuela y llevaba 53 años transmitiendo. Fue suplantado por una señal estatal que no logra captar al público.
RCTV mudó entonces sus transmisiones al cable, pero debió redimensionar drásticamente su planta de personal. Ahora, los 1500 empleados que aún tenía se quedaron sin trabajo. Ayer los trabajadores se reunieron espontáneamente ante la sede de RCTV, tratando de darse consuelo entre ellos. Las operadoras de televisión por cable sacaron de su grilla a RCTV a la medianoche del sábado, cumpliendo una orden del ministro de Obras Públicas, Diosdado Cabello.
Pero si bien es el caso más importante, el de RCTV no es el único. El presidente de la Cámara Venezolana de Televisión por Suscripción, Mario Seijas, denunció que los canales de cable Ritmo Son, Momentum, America TV, American Network y TV Chile, fueron asimismo sacados a la medianoche junto con RCTV. En todos los casos el gobierno alegó que incumplieron las regulaciones sobre las “cadenas” estatales y los horarios.
Los periodistas, en contra. El presidente del Colegio Nacional de Periodistas, William Echeverría, condenó, a nombre de un grupo de organizaciones defensoras de la libertad de expresión, la medida contra RCTV, y denunció que las acciones del gobierno “persiguen una hegemonía autocrática” comunicacional y el “aumento de la censura”, y que además dejan sin empleo a miles de personas. La oposición venezolana también denunció la medida. La Mesa de Unidad, que reúne a los partidos de oposición, emitió una declaración en la que protesta contra la clausura. “Es una irónica evidencia de la situación de nuestro país, que precisamente el 23 de enero se dé otro zarpazo a la libertad de expresión como venganza a la formidable manifestación popular unitaria” realizada ese día en Caracas, dijo la Mesa de Unidad al referirse a la fecha, en la que se cumplieron 52 años de la caída de la dictadura del general Marcos Pérez Jiménez. “El gobierno, que no puede con la inseguridad, que produce la inflación más alta de América latina y que no ha sido capaz de gerenciar servicios básicos como la electricidad y el agua, se desahoga cerrando emisoras, negando al pueblo su derecho a informarse con libertad”, añadió la oposición.
Las señales sancionadas son clasificadas como productoras locales por la férrea regulación de la nueva ley de telecomunicaciones. Las irregularidades que castiga incluyen negarse a la transmisión de los frecuentes y largos discursos presidenciales, e incumplir las limitaciones en los tiempos de los avisos comerciales, que son más rigurosas que las aplicadas a los canales de señal abierta.
Orden tajante. El sábado Chávez lideró una concentración que fue el inicio de la campaña electoral con vistas a las elecciones legislativas de septiembre. Allí ordenó desde el micrófono transmitir por cadena nacional su nueva arenga. RCTV no lo hizo. La oposición realizó a su vez una marcha, la más masiva desde 2007.
El ministro Cabello anunció el jueves el listado de los canales clasificados como productores locales, por tener más de 30% de programación nacional. RCTV insiste en que es “internacional” y que no le cabe esa normativa. Además denunció que el gobierno no abrió un procedimiento administrativo contra el canal, dándole la oportunidad de ejercer su derecho a la defensa.
Cifras oficiales indican que la televisión por cable tiene una penetración de 37% en Venezuela, pero consultoras privadas sostienen que llega al 60%, o sea, seis de cada diez hogares venezolanos. Estos datos también explicarían la decisión de Chávez de cerrar RCTV.
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