Una multitud de seguidores y admiradores desfiló ayer por la capilla ardiente montada en el Salón de los Pasos Perdidos del Congreso de la Nación para tributar un último y adiós a Sandro, fallecido anteayer a los 64 años en el Hospital Italiano de Mendoza luego de haber sido sometido a un trasplante cardiopulmonar 45 días atrás.
A las 12.40 de ayer, bajo un calor asfixiante, se abrieron las puertas del Congreso y personas que hacían cola desde las 23 de anteayer comenzaron a pasar ante el féretro abierto donde yacía Roberto Sánchez cubierto por un manto de seda plateado.
La esposa de Sandro, Olga Garaventa, pidió que las cámaras de televisión y fotógrafos no estuvieran presentes en la capilla ardiente montada en el Congreso,
El desfile incesante de seguidores, que llegó a alcanzar trece cuadras por avenida Rivadavia, Callao, Sarmiento y Riobamba, se prolongó toda la noche.
Fuentes policiales calcularon en 25 mil la cantidad de personas que habían pasado frente al féretro en un lapso de medio día.
Los restos del astro llegaron al Congreso al mediodía desde una sala mortuoria ubicada en el barrio porteño de Palermo, lugar al que arribó en la madrugada de ayer desde Mendoza.
El avión, en el que viajó la esposa de Sandro, Olga Garaventa, había partido a las 3.41 y arribó al Aeroparque Jorge Newbery a las 5.30.
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