Una llamada local desde cualquier locutorio cuesta 23 centavos cada dos minutos, según el tarifario que rige en el país. Sin embargo, en algunos telecentros rosarinos puede costar un 200 por ciento más, es decir 75 centavos. Así lo denunció el titular de la Oficina Municipal de Defensa del Consumidor, Néstor Trigueros, quien constató el cobro de un extra en concepto de derecho de uso de la cabina. La maniobra, según indicaron, se llevaría adelante al menos en una decena de comercios que ofrecen el servicio de telefonía pública. La denuncia ya fue presentada ante la Comisión Nacional de Comunicaciones (CNC) y ante Telecom.“El primer locutorio denunciado es uno que funciona en Córdoba al 1600”, dijo el titular de la Oficina Municipal de Defensa del Consumidor, aunque indicó que “se sabe que en otros nueve locales estarían haciendo lo mismo. Esto hace que una llamada de 23 centavos el pulso (120 segundos) se incremente más del 200% de su valor cuando el usuario termina pagando 75 centavos”. Denuncias similares se han hecho públicas a través de cartas de lectores de La Capital, desde hace cerca de un mes.
Los extra. Para Trigueros, el primer adicional consiste en cobrar 25 centavos una comunicación que cuesta 23. “Siempre con la excusa de no tener dos centavos de vuelto, la gente termina pagando 25 centavos, cuando en realidad de acuerdo a la normativa, el comerciante debe redondear a favor del cliente y cobrarla 20 centavos”, explicó.
Sin embargo, una nueva práctica hace que los extra no queden allí. Algunos telecentros denunciados adicionan al costo de la llamada otros 50 centavos en concepto de uso de la cabina o lo que en el ticket aparece como “confort”.
“Esto se asimila al llamado derecho de playa que en su momento quisieron implementar las estaciones de servicio, con un cobro extra de 15 centavos por litro de nafta como «cargo adicional por gastos de comercialización», que fue denunciado y erradicado de la ciudad”, señaló Trigueros. Y agregó: “También en este caso e una práctica abusiva porque nadie puede modificar porque sí la tarifa establecida”.
A la hora de calificarlo, Trigueros indicó que se trata lisa y llanamente de “un sobreprecio aplicado al valor de un servicio que tiene una tarifa preestablecida por el prestador de telefonía local, en este caso Telecom”. El funcionario añadió que “con esta metodología el titular de la franquicia, que es el telecentro, termina obteniendo un enriquecimiento injustificado”.
Por su parte, desde la CNC confirmaron la recepción de la denuncia y enfatizaron que “la tarifa está establecida por reglamento a nivel nacional” y hasta consideraron que “si algún cliente se niega a abonar ese monto extra, está amparado por la ley” (ver aparte).
En infracción. Lo cierto es que la metodología modifica deliberadamente el tarifario de llamadas establecido a nivel nacional y además viola una serie de normativas como las leyes de defensa de la competencia, de lealtad comercial y de defensa del consumidor, además del reglamento de telefonía pública. Por eso es que desde la Oficina de Defensa del Consumidor se notificó a todas las partes de estas irregularidades.
“La denuncia se hizo ante la CNC para que accione de acuerdo a la normativa, pero también se anotició a Telecom de esta situación para que proceda sobre el telecentro y se notificó al titular del comercio sobre cuáles son las normativas que está infringiendo al poner en práctica este tipo de maniobras”, advirtió finalmente Trigueros.
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