
El gobierno provincial estudia extender la licencia laboral preventiva otorgada a las embarazadas y al resto de las personas inmunodeprimidas para frenar la pandemia de gripe A. La decisión se tomaría a mediados de la semana próxima si es que crece el numero de consultas por la enfermedad, actualmente en descenso. En función de esta última señal, las clases arrancarían el 27 de julio, tras la finalización de las vacaciones de invierno. No obstante, el número de muertes trepó ayer a 46 en Santa Fe.
Mientras la Argentina se consolidaba como el segundo país con más muertos por el virus H1N1 (ver página 8), el Ministerio de Salud provincial confirmaba por laboratorio otros cuatro decesos. La edad promedio de los fallecimientos en Santa Fe es de 39 años. Y comprenden en un 80 por ciento a inmunodeprimidos.
También se notificaron 24.891 asistencias ambulatorias por enfermedad tipo influenza en toda la provincia, de las cuales el 10 por ciento derivó en internación.
En sintonía con el gobierno nacional, la Casa Gris evalúa prolongar otros 15 días la licencia con goce de haberes concedida hasta el viernes para las embarazadas y los agentes que se encuentren inmunodeprimidos, potenciando el distanciamiento entre personas.
Si bien existe una paulatina reactivación social y las consultas por el mal parecen descender, autoridades sanitarias revelaron a La Capital que "a mediados de la semana próxima se analizará la cantidad de enfermos con posibilidades de infectar y, en base a ello, habrá o no una prórroga de las licencias".
La Municipalidad de Rosario obraría en ese sentido, teniendo en cuenta su adhesión automática al permiso dispuesto por la provincia a principios de mes.
Lo cierto es que la decisión provincial estará supeditada a los pasos que dé la Nación respecto de las licencias, aunque podría actuar en forma autónoma si el panorama santafesino difiere del diagnóstico que trace el quipo del ministro Juan Manzur.
Mediante una resolución firmada por el ministro de Trabajo nacional, Carlos Tomada, el 3 de julio comenzó a regir la licencia para las embarazadas y las personas con enfermedades que provocan inmunodepresión o patologías cardíacas crónicas, diabetes y afecciones respiratorias.
Además de aplicar esta medida, la gestión de Hermes Binner también permitió a sus empleados con hijos menores de 14 años a solicitar una licencia (con goce de haberes) hasta que concluyera el receso escolar invernal.
El beneficio alcanza sólo a uno de los padres y en caso de que ambos trabajen en la administración pública. Además, la provincia dispuso que las enfermedades cortas no se consideren como ausentismo laboral hasta el 31 de agosto.
En el país hay unas 500.000 embarazadas, uno de los grupos de mayor riesgo ante la gripe A. Y, al momento de entrar en vigencia el permiso, se aclaró que su ampliación abarcaría una o dos semanas más, según la situación en cada distrito.
A su vez, la secretaria de Salud provincial, Débora Ferrandini, consideró que la disminución de consultas es una señal "alentadora".
Por eso, la funcionaria estimó que las clases podrían retomarse el 27 de julio. Aunque un eventual rebrote de la influenza desembocaría en la prolongación de la suspensión del ciclo lectivo.
Dieciséis provincias y la Capital Federal habían adelantado las vacaciones de invierno en las escuelas como consecuencia del avance de la enfermedad. Incluso, muchos establecimientos cerraron para evitar el contagio.
Desde el Ministerio de Educación santafesino destacaron que el retorno a las aulas en la fecha prevista evitaría alterar el calendario escolar (185 días de clases) para compensar las jornadas perdidas.
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