Roger Federer el Numero uno

Tanto se habló en los últimos años acerca de si era el mejor jugador de la historia... Pero todas las dudas quedaron despejadas ayer. Porque Roger Federer tiró por la borda cualquier especulación. En una final para el infarto el hoy nuevamente número uno del mundo se consagró en el césped de Wimbledon tras derrotar al estadounidense Andy Roddick por 5/7, 7/6 (6),7/6 (5), 3/6 y 16/14.

   Federer rompió así el empate en 14 títulos de Grand Slam que mantenía con el estadounidense Pete Sampras, heptacampeón en Wimbledon y presente ayer en tan histórica cita.

   Con dos aces y dos saques ganadores se apuntó Roddick el primer juego. Una señal inequívoca de lo que iba a ser el partido del estadounidense.

   Federer no sufría tampoco con el saque. Pero ambos eran mucho más que el servicio. Acertadas subidas a la red, buen juego de fondo, letales passings. Un equilibrio absoluto.

   Pero la fiesta que esperaba por Federer se vio amenazada cuando Roddick aprovechó la posibilidad de quiebre en el 6/5 para llevarse el primer set. El buen momento del estadounidense se extendió hasta el tie break del segundo parcial. Con 6-2 y cuatro puntos de quiebre, tuvo a Federer caído, entre las cuerdas. Pero con una mala volea alta de revés desperdició el último set point y el suizo se levantó para ganar el set.

   En cinco minutos, el europeo había pasado de estar al borde del precipicio a respirar, a estar vivo. Por eso lo festejó con un grito de ánimo, un "¡come on!" mirando a su mujer, embarazada.

   El tercer set transcurrió en el mismo tono: una sucesión de juegos hasta el tie break decisivo. Federer, el rey del desempate, lo volvió a ganar, más cómodamente que antes.

   El flamante número uno estaba a un set de la gloria. Pero el renovado Roddick no estaba dispuesto a aplaudir y quebró al suizo para ponerse 3/1 arriba en el cuarto. La final no iba a ser quizás tan dramática como la de Nadal y Federer hace un año, pero iba a estar cerca.

   Con un saque ganador y el puño en alto, Roddick llevó la final al quinto set. Ya no iba