El estreno, que contó con la presencia del gobernador bonaerense Daniel Scioli, comenzó con la dupla interpretando un mix de sus clásicos de espaldas al público, frente a una pantalla en la que se ven miles de espectadores españoles.
Ese comienzo da paso a la confesión de Lucía Galán, quien rememora el deseo de sus ancestros hispanos de dejar el grupo para formar una familia.
Con ese contexto dramático, Pimpinela puso en marcha su incursión musical, que incluye un pasodoble para ilustrar el desembarco de la familia Galán en Buenos Aires tras la partida desde su Galicia natal.
El espectáculo acomoda todos los tiempos de narración a ese viaje finalizado el 26 de julio de 1952, día del deceso de Eva Perón, cuando la madre del dúo musical -personificada por Ethel Rojo- inició con su marido su cruce oceánico para probar suerte en el otro continente.
La propuesta presentada en la sala marplatense, a pesar del rigor teatral, se permite la alusión de varios clásicos del conjunto, en un show donde sobresalió la impactante pantalla empleada para darle a ciertos recuerdos una ágil connotación visual.
Además de Scioli y su esposa Karina Rabolini estuvieron presentes el intendente municipal Gustavo Pulti, el titular provincial de Cultura, Juan Carlos D`Amico, y empresarios de la ciudad balnearia.
Los hermanos Galán presentaron así en el Auditorium el primer espectáculo conceptual que se enmarca en aquello que todos le venían reclamando a la dupla del pop melódico, algo que Joaquín Galán admitió a Télam, y que encastra en la mecánica de la comedia musical, tarea en la que tuvo peso decisivo la directora Valeria Ambrosio.
La sala celebró la clásica confrontación que Lucía y Joaquín desarrollan en sus temas, estilo musical que despertó la ovación de sus seguidores cuando se oyeron bastantes hits conocidos durante los últimos 25 años.
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