
A Hollywood le fascinan las historias de resurrecciones. Robert Downey Jr. logró dejar las drogas tras luchar durante años y se convirtió en héroe en la piel de “Iron Man”. Drew Barrymore encontró la estabilidad y buenos papeles tras una adolescencia salvaje. Y ahora es la carrera de Lindsay Lohan la que está a prueba.Cuando hace cuatro años la actriz se destacó en la comedia para adolescentes “Golpe de suerte”, la joven de entonces 20 años figuraba entre las estrellas en ascenso más solicitadas de Hollywood. En el filme interpretaba a la agente de relaciones públicas Ashley, a la que la suerte le sonríe siempre, hasta que besa al desgraciado Jake (Chris Pine) y todo cambia. El empieza a triunfar y ella ya no. Un drástico cambio de papeles, que ahora Lohan parece reproducir en su propia vida.
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