15º edición de Agroactiva

Pasó una década y media, y esta muestra, que nació en el sur santafesino, volvió a sortear todos los vaivenes económicos, para mostrar en cuatro días los pocos movimientos que hacen falta para resucitar al campo.
   La 15º edición de Agroactiva, la exposición a cielo abierto con maquinaria agrícola más representativa del mundo, volvió a demostrar la vigencia que tiene la comunicación entre la oferta y la demanda, a pesar de los conflictos que atraviesan la médula ósea del sector agropecuario. Cerca de 180 personas pasaron por el establecimiento La Berta, en Ballesteros (Córdoba).
   Por eso, este acontecimiento clásico para la familiar rural argentina, en tan sólo 15 años logró posicionarse como el encuentro auténtico y provinciano, característico de las actividades cotidianas que se desarrollan en el interior productivo. Entonces, es posible analizar este fenómeno como el más actual y real, por encima del marcado show que se venía mostrando en otros escenarios, cuando al campo le iba bien y todo sonaba a fiesta.
   En Agroactiva, solo se notó el esfuerzo, la preocupación y, más que incertidumbre, una vigilia ansiosa por las elecciones y su posible marco de previsibilidad y cambio.
   “Puede ser el inicio de un arreglo definido y total entre el gobierno y el campo”, dijo el presidente de la Cámara Argentina de Fabricantes de Maquinaria Agrícola (Cafma), José María Alustiza.

Balances. El empresario, que trazó un balance de la industria metalmecánica, volvió a remarcar que las ventas de sembradoras están por debajo del 70% y en cosechadoras se pasó de un 25% (2007), a un 13% en 2008 y con una previsión de que durante este año el total de los equipos nacionales que se comercialicen sea inferior al 10%.
   Algo similar sucede con los tractores de origen nacional, aunque las estadísticas tienen un poco de relación con las crisis y un poco de tendencia hacia la elección del productor agropecuario.
   Es decir, lo que Cafma no admite en sus estudios de mercado es que, salvo en el rubro de sembradoras e implementos agrícolas, el productor sigue optando por equipos importados. Y acá entra a jugar con mucha prevalencia el factor tecnológico y la amplia diferencia a la hora de hacer fuerza y cosechar que tienen los productos de las multinacionales.
   “No hay nada más irónico que ver una sembradora nacional en las demostraciones tirada por un tractor importado”, ejemplificó un productor de Bell Ville en la dinámica.
   Su observación fue la síntesis de por qué puede llegar a fracasar la medida que puso en funcionamiento el gobierno nacional sobre las licencias no automáticas en el mes de marzo con el objetivo de restringir el ingreso de tractores y cosechadoras importadas para favorecer la industria nacional.
   Esto se discutió en Agroactiva, junto a los problemas del IVA técnico, la demora por más de cinco meses en los famosos bonos compensatorios del 14% sobre la compra de productos (implementos agrícolas) y el ventajoso crédito de fomento del Banco de la Nación al 8%, que permitió una señal de respiro y fue prorrogado hasta fines de agosto.

Iniciativas. Todo parece indicar que la próxima herramienta de financiación del sector podrían ser los fondos de la Administración Nacional de Seguridad Social (Ansés), mediante un fideicomiso de la maquinaría agrícola, con el objetivo de descontar prendas, créditos y demás documentos. También, esta línea de financiación o adquisición de capital permitiría otorgar créditos a tres años con tasa preferencial para reactivar las ventas.
   En el plano internacional, desde Cafma se anunció que están trabados todos los acuerdos comerciales con Venezuela, aunque se avanza en la creación de una escuela de capacitación y formación latinoamericana para el uso de la maquinaria agrícola con asiento en tierras bolivarianas.
   Por ahora, el grupo de empresarios que participó de las exportaciones a la nación bolivariana cierra un balance cercano a los 285 millones de dólares en ventas y reconoce que esta negociación impulsada por el gobierno nacional mantuvo a muchos empresarios en una postura más prudente, atenuada y de articulación, al momento de profundizar y apoyar a la dirigencia agropecuaria en la protesta.
   “Con la mesa de enlace trabajamos en el intercambio de información, apoyando con datos técnicos”, dijo el presidente de la Cámara Argentina de Fabricantes de Maquinaria Agrícola. “En su momento, recibimos presión del gobierno nacional para que no nos involucremos en el conflicto”, dijo José María Alustiza, alentado a que la situación de fuerza cambie a partir del 29 de junio.

Elogios al gobierno nacional. Al mismo tiempo, el empresario resaltó el trabajo que están logrando con el gobierno nacional en diversos mercados externos, resaltando la facilitación y el contacto con un grupo de periodistas rusos, que fomentarán el posicionamiento de los fierros argentinos en ese mercado.
   Finalmente, muchos fabricantes coincidieron en medir el año con las ventas que se pueden realizar por cada campaña agrícola. “La actual de granos finos está perdida”, dijo el titular de Mainero, Edgar Lambertini.
   “El año está perdido, hasta tanto se alcance una nueva composición del Parlamento argentino, que entrará en funciones recién en el 2010”, dijo, para después señalar que sólo la aprobación en la utilización de cereales (sin retenciones) para la compra de maquinaria agrícola y la amortización acelerada de bienes de capital pueden salvar al sector de una profundización de la crisis.
   “Si no, todo será peor”, agregó el empresario. El comentario dejó trascender un dato comparativo sobre la realidad de Brasil en este rubro. “Este país tiene tres millones de productores agropecuarios y no mucho más de diez fábricas de sembradoras que abastecen las necesidades del mercado”.
   En Argentina, la situación es sumamente distinta; sobre un total de 350 mil productores agropecuarios, entre 60 y 70 fábricas de sembradoras subsisten desde hace varias décadas. Todo indica que se puede venir una fuerte decantación en este segmento y eso generó mucha preocupación en la muestra.